Hay un dicho acerca de las contraseñas en Internet: son como un cepillo de dientes. Esto es así porque quieres un buen cepillo de dientes (igual que una contraseña), porque deberías cambiarlo a menudo (igual que una contraseña) y porque nunca deberías compartirlo (igual que una contraseña).
Existen algunas acciones clave recomendadas y desaconsejadas que pueden ayudar:
EVITA
- utilizar información personal que pueda ser adivinada o encontrada con facilidad, como tu cumpleaños (cosa que ocurre más a menudo de lo que puedas creer): para ti es cómodo de recordar, pero también sencillo de encontrar para alguien con dudosas intenciones
- emplear palabras que existan en el lenguaje usual (de cualquier idioma)
- tener la misma contraseña para todas tus cuentas
PROCURA
- usar una contraseña diferente para cada cuenta
- combinar mayúsculas, números y caracteres especiales
- cambiar tu contraseña cada tres meses más o menos: o inmediatamente si un sitio web te notifica acerca de una violación de seguridad
- utilizar la característica Contraseña maestra de Firefox (más sobre esta función aquí: )
A estas alturas probablemente estés pensando: “Si no me acuerdo de mis claves por la mañana, ¿cómo voy a recordar todas estas nuevas contraseñas todo el tiempo?”.
Aquí tienes algunos pasos para crear contraseñas fáciles de recordar que sigan siendo seguras.
Elige una frase, por ejemplo: “No se puede estar triste comiendo un helado”.
Utiliza la primera letra de cada palabra y escribe con mayúscula la primera: Nspetcuh
Hazla más fuerte añadiendo un carácter especial: Nspetcuh!
Ahora, asóciala con cada sitio web en el que tengas que registrarte. Por ejemplo, podrías usar YT para Youtube, FB para Facebook, la iniciales de tu banco… ¿Entiendes la idea, verdad? Ahora tu contraseña sería así:
YTTNspetcuh! (para Youtube)
FBNspetcuh! (para Facebook)
y así sucesivamente…
Elegir contraseñas seguras supone una mejora significativa de tu seguridad en Internet.