El borrador de directiva publicado hoy evita completamente el objetivo de implantar una reforma moderna que potenciaría la creatividad y la innovación en el Mercado Único.
Por Denelle-Dixon Thayer
La Comisión Europea ha publicado hoy su propuesta de un marco jurídico de derechos de autor reformado. Lo que ha salido a la luz en Bruselas es desalentador. La propuesta es más bien un retroceso, no la reforma que necesitamos para apoyar a las empresas europeas y a los usuarios de Internet.
Hasta la fecha, más de 30.000 ciudadanos han firmado nuestra petición solicitando a la Comisión Europea que adecue la legislación de derechos de autor al siglo XXI. La propuesta de la Comisión necesita mejoras sustanciales. Pedimos colectivamente a las instituciones europeas que hagan frente a las numerosas deficiencias del documento publicado hoy en iteraciones posteriores de este proceso político.
La propuesta no adapta los derechos de autor al siglo XXI
En primer lugar, la propuesta casi ni trata excepciones muy necesarias a la legislación de derechos de autor. Sí que incorpora algunas excepciones para la educación y la conservación del patrimonio cultural. Se ha introducido una nueva excepción para la minería de datos y texto (TDM, por sus siglas en inglés) que potenciaría la investigación y la competitividad en la UE, pero se limita a las instituciones de investigación de interés público (Artículo 3). Limitar su uso de esta forma podría, en última instancia, restringir en vez de acelerar el TDM para impulsar la investigación y la innovación en todos los sectores en Europa.
Estas excepciones están lejos de ser suficientes. No hay excepciones para la libertad de panorama, la parodia o las remezclas. También lamentamos que disposiciones que añadirían la flexibilidad que requiere el sistema de derechos de autor, como la excepción UGC (user-generated content o contenido generado por el usuario) y una cláusula de usuario flexible como una norma abierta, el fair dealing o el uso justo, no han sido incluidas. Sin excepciones potentes y disposiciones que incorporen flexibilidad y visión de futuro, la legislación de derechos de autor continuará enfriando la innovación y la experimentación.
Perseguir el snippet tax en el ámbito de la UE socavará la competencia y el acceso a la información
La propuesta incorpora los derechos de autor relacionados (ancillary copyright) o el denominado snippet tax. Los derechos de autor relacionados permitirían a los editores online exigir derechos de autor por “publicaciones impresas”. Este derecho está definido en términos generales como aquel que cubre obras que tienen el propósito de proporcionar “información relacionada con noticias y otros temas y que están publicados en cualquier medio bajo la iniciativa, la responsabilidad editorial y el control de un proveedor de servicio” (Artículo 2(4)). Este contenido mantendría los derechos de autor durante los 20 años siguientes a la publicación: una eternidad en el mundo online. El establecimiento de un nuevo y exclusivo derecho limitaría la libre circulación de conocimiento, paralizaría la competencia y pondría obstáculos a las startups y las Pymes. Por ejemplo, podría exigir a los bloggers que enlazan a otras webs que pagaran una tasa nueva e innecesaria por el derecho a dirigir tráfico adicional a webs ya existentes, a pesar de que tener ese fragmento de texto beneficia a ambas partes.
Los derechos de autor relacionados han fracasado por completo en España y Alemania. Incluir un derecho exclusivo expansivo a nivel de toda la UE nos deja perplejos.
La propuesta establece barreras de entrada a las startups, los programadores y los creadores
Finalmente, la propuesta pide un aumento de la responsabilidad de los intermediarios. Servicios de streaming como YouTube, Spotify y Vimeo, o cualquier proveedor de servicios en Internet (ISP) que “proporcione públicamente el acceso a una gran cantidad de obras o elementos subidos por los usuarios” (Artículo 13(1)) se verá obligado a negociar acuerdos con los titulares de derechos por el uso de sus obras, para protegerlas. Estas medidas podrían incluir el uso de “tecnologías de reconocimiento de contenido efectivas”, lo que implica tecnologías de monitorización universal y filtrado estricto que identifiquen y/o eliminen el contenido sujeto a derechos de autor. Técnicamente es un reto, y lo que es más importante, alteraría los propios fundamentos que posibilitan las actividades online en la UE. Por ejemplo, poniendo el contenido generado por los usuarios en el punto de mira de la retirada por infracción de derechos de autor. Solo las grandes compañías podrían permitirse tener el complejo software necesario para cumplir esta norma si las medidas se consideran obligatorias. Esto resultaría en el afianzamiento del poder de las grandes plataformas a expensas de las startups europeas y la libertad de expresión online.
Estas propuestas, si se adoptan tal cual, serían un duro golpe para las startups europeas, los programadores independientes, los creadores, los artistas y la salud de Internet como motor del crecimiento económico y la innovación. El Parlamento tiene realmente mucho trabajo por delante. Reiteramos la petición de 24 organizaciones en una carta conjunta que expresa muchas de estas preocupaciones e insta a la Comisión Europea a publicar los resultados de la consulta pública sobre derechos relacionados y la excepción de libertad de panorama.
Esperamos trabajar en una reforma de los derechos de autor que tenga en cuenta la variedad de partes interesadas que se ven afectadas por la legislación de derechos de autor. Y seguiremos abogando por una reforma de los derechos de autor en la UE que impulse la innovación y la creatividad en el Mercado Único Digital.